Se dispara el uso de redes sociales en Bolivia

Se dispara el uso de redes sociales en Bolivia

Un mayor incremento registró el uso de redes sociales en Bolivia. El número de usuarios de RRSS se incrementó en 834.000 personas, un 13% más que en abril de 2019.

Consolidadas junto a los medios digitales como las plataformas fundamentales de la comunicación y el intercambio de la información, las Redes Sociales (RRSS) se consolidaron en Bolivia como parte de una nueva cultura digital. Dos informes internacionales, uno de la organización We Are Social y otro del Reuters Institute revelan la expansión de la Revolución Digital.

Los datos sobre Bolivia son reveladores: 7,5 millones de bolivianos, un 65% de la población, son usuarios de Internet. Unas 500.000 personas se insertaron en la red de redes en el último año, lo que significa un incremento del 7,1% entre 2019 y 2020.

Un mayor incremento registró el uso de redes sociales en Bolivia. El número de usuarios de RRSS se incrementó en 834.000 personas, un 13% más que en abril de 2019.

Otro dato llamativo del trabajo de We Are Social al que tuvo acceso Forbes Bolivia es que el número de conexiones a teléfonos celulares alcanzó los 11,4 millones (99% de la población), con un incremento de 183.000 conexiones respecto del año pasado, un 1,6% más que 2019.

Crecimiento e impacto

Algunos datos sobre las redes sociales en la sociedad contemporánea son interesantes.

Según el último reporte de las consultoras estadounidenses We Are Social, Hootsuite y Kepios, el consumo de datos e información en las redes sociales se ha disparado en los últimos años, y mucho más como efecto de la pandemia del coronavirus COVID-19.

Esto se ha visto particularmente cierto en la conducta mediática de miles de millones de personas en las últimas décadas, señala el DataReportal.

Según el informe Digital 2020 April Global Statshot Report detectó un salto impresionante en la actividad digital en casi todos los países, especialmente en los países que tuvieron estrictas cuarentenas.

https://wearesocial.com/blog/2020/04/digital-around-the-world-in-april-2020

Los últimos datos muestran que el número de usuarios de internet y redes sociales alrededor del mundo se han incrementado en más de 300 millones de personas en los últimos 12 meses, pese al retraso en los datos reportados en países clave debido a la crisis del coronavirus.

El DataReportal indica que 4.500 millones de personas utilizan internet en el mundo, un incremento de más del 7% desde el mismo periodo en 2019. Las redes sociales están creciendo incluso más rápidamente, por encima del 8% desde abril de 2019 hasta alcanzar los 3.800 millones de personas.

Las redes sociales más utilizadas son Facebook, en primer lugar, con 2.400 millones de usuarios, YouTube con más de 2.000 millones de usuarios.

Digital News Report 2020

En la misma línea, el Digital News Report 2020, del Reuters Institute, con sede en la Universidad de Oxford (Reino Unido) también revela un incremento exponencial en el consumo de medios digitales y de redes sociales en internet, una tendencia que hace irreversible la hegemonía de la tecnología digital para el intercambio de información y la comunicación entre miles de millones de seres humanos.

https://reutersinstitute.politics.ox.ac.uk/digital-news-report-2020-resumen-ejecutivo-y-hallazgos-clave

El resumen ejecutivo del informe al que tuvo acceso Forbes Bolivia, basado en datos de seis continentes y 40 mercados, señala que «la seriedad de esta crisis ha reforzado la necesidad de un periodismo confiable y riguroso que pueda informar y educar a la población, pero también nos ha recordado cuán permeables nos hemos vuelto a conspiraciones y desinformación. Los periodistas ya no controlan el acceso a la información y la gente se vuelca más en las redes sociales y en otras plataformas, donde hay acceso a una gama más amplia de fuentes y “hechos alternativos”, algunos de los cuales contradicen las recomendaciones oficiales, son engañosos o directamente falsos».

Uno de los responsables del informe, Eduardo Suárez, remarca que la tendencia hacia la digitalización de la mediación en las sociedades contemporáneas es irreversible.

Durante una entrevista para la Fundación Gabriel García Márquez, Suárez explica que la desinformación, la baja confianza en los medios convencionales, el dominio de las plataformas digitales y el aumento en personas que pagan por noticias son algunos de los puntos más relevantes del estudio.

Más Periodismo

El estudio detectó «un incremento en el consumo de fuentes informativas tradicionales (especialmente la televisión) pero también de algunos medios online».

En este sentido, se produce una paradoja:

«El periodismo es importante y otra vez está muy demandado. Pero el problema para los medios es que ese interés extra produce incluso menos ganancias, al tiempo que los anunciantes se preparan para una recesión inevitable y se desploman los ingresos de las ediciones impresas», indicó.

En este contexto, «es probable que veamos más suscripciones digitales y otros modelos de pago que se han mostrado considerablemente prometedores en los últimos años. Por eso resulta tan relevante comprender cómo diferentes modelos vienen avanzando en distintos mercados, como Estados Unidos, Noruega y el Reino Unido, donde este año hemos elaborado estudios más profundos al respecto».

En los últimos nueve años, los datos del Digital News Report han mostrado que «las noticias online superaron a la televisión como fuente informativa más usada en varios de los países que cubre nuestra encuesta. Al mismo tiempo, los periódicos impresos han seguido decayendo mientras que las redes sociales se estabilizaron después de un fuerte aumento».

La crisis del coronavirus ha cambiado significativamente esa imagen, aunque casi con certeza de manera temporal. Las noticias por televisión han registrado un incremento en los seis países donde el Reuters Institute la encuesta, tanto en enero como en abril de 2020. Tomando Alemania como ejemplo (ver gráfico), una caída de 12 puntos en el alcance de la TV se revirtió parcialmente porque mucha gente recurrió a fuentes informativas confiables, incluyendo medios públicos.

Conexión con las audiencias

Para adelante, el estudio señala que «los medios reconocen cada vez más que su supervivencia a largo plazo probablemente depende una conexión más fuerte y más profunda con sus audiencias digitales, razón por la cual también hemos examinado la creciente importancia del correo electrónico y del podcast, formatos que se vienen desplegando en mayor medida para incrementar la conexión con la audiencia y la lealtad».

Consumo de medios

La crisis del coronavirus ha aumentado sustancialmente el consumo de noticias en los principales medios de todos los países donde hicimos las encuestas, antes y después de que la pandemia surtiera efecto.

Las noticias en televisión y las fuentes online han mostrado repuntes significativos y más gente identifica a la TV como su principal fuente de información, un alivio temporal a lo que ha sido un declive constante.

El consumo de diarios impresos ha caído ante los confinamientos que minaron la distribución física, lo cual casi con certeza acelerará la transformación hacia un futuro enteramente digital

El uso de medios online y redes sociales creció sustancialmente en la mayoría de los países.

WhatsApp experimentó el mayor incremento en general: subió alrededor de diez puntos porcentuales en algunos países. Más de la mitad de las personas encuestadas (51%) utilizó algún tipo de grupo online abierto o cerrado para conectarse, compartir información o participar en una red local de ayuda.

Confianza

En abril de 2020, la confianza en la cobertura mediática del COVID-19 era relativamente alta en todos los países, en un nivel similar a la confianza que suscitan los gobiernos nacionales y significativamente mejor que los políticos.

En cuanto a la información sobre COVID-19, la confianza de los ciudadanos en los medios representaba más del doble de la que tenían las redes sociales, las plataformas de vídeo o los servicios de mensajería.

Desinformación

La preocupación global por la desinformación sigue alta. Incluso antes de la crisis del coronavirus, más de la mitad de nuestra muestra decía sentir preocupación respecto de qué noticias son verdaderas y cuáles falsas en internet.

Los políticos nacionales representan la fuente de desinformación que se menciona más a menudo, aunque en algunos países (entre ellos, Estados Unidos) las personas que se definen de derecha tienden a culpar más a los medios, en una dinámica que tiene que ver con la polarización.

Facebook aparece como el principal canal para difundir información falsa, pero en algunos puntos del Sur Global (por ejemplo, en Brasil y en Malasia) se señala a WhatsApp como más responsable.

Noticias

Menos de cuatro de cada diez personas (38%) dijeron confiar en la mayoría de las noticias la mayor parte del tiempo: se trata de una caída de cuatro puntos porcentuales desde 2019. Menos de la mitad (46%) dijeron confiar en las noticias que consumían.

A pesar de eso, la mayoría (60%) todavía prefiere noticias sin un punto de vista específico y sólo una minoría (28%) prefiere noticias que comparten su mismo punto de vista o lo refuerzan.

La mayoría de las personas (52%) preferiría que los medios informaran sobre las declaraciones falsas de los políticos en vez de no enfatizarlas (29%).

La mayoría (58%) preferiría que las plataformas bloquearan los anuncios políticos que pudieran tener afirmaciones inexactas, incluso si eso supone que las plataformas sean árbitros de la verdad.

Medios de pago

Según el estudio del Reuters Institute, hay un aumento significativo en el pago por noticias online en varios países, incluyendo Estados Unidos con 20% (+4) y Noruega con 42% (+8), e incrementos más pequeños en otros mercados.

Es importante resaltar que la mayoría de las personas (84%) todavía no paga por acceder a noticias online, pese a que algunos medios han experimentado un «impulso por el coronavirus».

El factor más importante para quienes se suscriben a un medio es el carácter distintivo y la calidad del contenido: creen obtener mejor información.

Sin embargo, una gran cantidad de gente se siente perfectamente satisfecha con la información a la que puede acceder de forma gratuita, y observamos una proporción muy alta de personas (40% en Estados Unidos y 50% en el Reino Unido) que afirman que nada podría convencerlos de pagar.

En países con niveles más altos de pago por noticias (por ejemplo, Estados Unidos y Noruega), entre un tercio y la mitad de las suscripciones van a unas pocas grandes marcas nacionales, «el ganador se lleva la mayor parte».

Los periódicos locales y sus sitios web se mantienen como la principal fuente de noticias sobre una ciudad o una región, con un alcance semanal de cuatro de cada diez (44%). Pero descubrimos que ahora alrededor de un tercio de la gente (31%) usa grupos de Facebook y otras redes sociales para obtener noticias e información local, lo cual pone más presión sobre los medios y sus modelos de negocio.

Acceso a las noticias

El acceso a las noticias sigue haciéndose a través de más canales. En todos los países, poco más de una cuarta parte (28%) elige empezar su jornada informativa con un sitio web o una aplicación.

Quienes tienen entre 18 y 24 años (la llamada Generación Z) presentan una conexión aún más débil con sitios web y aplicaciones, y tienen más del doble de probabilidades de acceder a las noticias a través de las redes sociales. Desde 2018 el uso de Instagram como fuente de noticias se ha duplicado entre todos los grupos de edad y parece probable que supere a Twitter en el próximo año.

Para contrarrestar esa mudanza a otras plataformas, los medios han buscado establecer conexiones directas con la audiencia, usando el correo electrónico y las alertas móviles.

La proporción de usuarios de podcast ha crecido significativamente en el último año, aunque los distintos confinamientos por el coronavirus quizá revirtieron temporalmente la tendencia. La mitad de todos los encuestados (50%) dice que el podcast brinda más profundidad y comprensión que otros formatos.

Redes que potencian el odio

Las RRSS no son ni buenas ni malas en sí mismas. Como toda tecnología, son un medio. Y depende cómo y para qué las utilicemos para definir su carácter e impacto en la sociedad.

Son potentes vehículos que aceleran la distribución de infinitos contenidos. Las sociedades todavía no se han puesto de acuerdo sobre los controles necesarios para evitar sus excesos.

Michel Wieviorka, el mayor experto mundial sobre el racismo. Alerto entonces que las redes sociales son los grandes medios para transmitir a gran velocidad los discursos de odio y discriminación, tal como lo hizo en su momento el yihadismo del Estado Islámico o más recientemente el Supremacismo Blanco.

En sociedades cada vez más digitalizadas, pensar y actuar sobre las redes sociales es fundamental para definir el perfil de convivencia entre seres humanos cada vez más diversos y complejos.

«Hoy vemos nuevas formas del racismo que tiene que ver con la digitalización de la sociedad a través de internet, las redes sociales y la inteligencia artificial. Con las redes sociales los discursos racistas se vehiculizan mucho más fácilmente. Los discursos del odio circulan más fácilmente a través de las redes sociales», indicó.

Pero también el peligro está en la programación de la Inteligencia Artificial (AI). «Hay nuevas formas de racismo a través de las tecnologías de la información y la inteligencia artificial que no quiere aparecer como racista. Si los programadores de esas máquinas son racistas, los robots también lo serán. Esto está ocurriendo en EEUU, Europa y los países asiáticos», señaló.

Por Carlos Morales Peña

forbesbolivia.com

RedPlan Bolivia 

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